Aquel lobo seguía aullando
aunque sabía que ya no quedaba nadie que pudiera escucharle.
Porque de los bosques sólo quedaban tocones de árboles talados,
su manada había abandonado hacía tiempo
y había perdido incluso a su querida Luna
entre nubes con olor de contaminación.
Así que ahora aullaba a la ciudad,
a fin de cuentas era más brillante que su antigua Luna...
Escribo esperando el día en que a mí me crezcan alas y, hasta que eso no pase, que sean libres mis palabras.
domingo, 23 de agosto de 2015
martes, 18 de agosto de 2015
Paradojas
Ella era científica
pero, a pesar de todo, aprendió a escribir poesía
cuando comprendió que es hermoso
perseguir paradojas en el Universo y reducirlas a números y fórmulas.
Pero que es todavía más hermoso
atraerlas con cebos de palabras
y atraparlas en tu cárcel,
aunque nunca llegues a escribirlas del todo
y, mucho menos, a entenderlas.
pero, a pesar de todo, aprendió a escribir poesía
cuando comprendió que es hermoso
perseguir paradojas en el Universo y reducirlas a números y fórmulas.
Pero que es todavía más hermoso
atraerlas con cebos de palabras
y atraparlas en tu cárcel,
aunque nunca llegues a escribirlas del todo
y, mucho menos, a entenderlas.
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