sábado, 20 de junio de 2015

Carta para los que olvidaron perseguir imposibles

Y, es que, aunque en estos tiempos
pueda parecer una ironía.
Un sinsentido sin argumento...
Creo en la victoria al final de todos los fracasos,
en la esperanza al final del túnel.
En las palabras como arma blanca
y en los sueños como medio.
Y estoy decidida - y se que es una locura-
a actuar en consecuencia.
A perseguir cada imposible hasta el abismo
aunque no sea más que cantos de sirena.
Y aunque eso suene a capricho de imprudente
-Y que me llame loca el que lo crea-
Que susurre a mi paso entre sus dientes
y que siga con la vida a su manera.
Porque es que ¿acaso tiene sentido
vivir la vida y no perder la cabeza?
Será una vida escrita para mí
y vivida a mi manera.
Lo único que puedo decir
es que valdrá la pena

jueves, 18 de junio de 2015

Gira, mundo, gira


No deja de sorprenderme que aún no se haya parado.
Que, cargado con tanta basura, el mundo pueda seguir girando.

Que cada día amanezca esta gris niebla.
Un amanecer perenne y atrasado
contra el horizonte de cadenas, cristales sucios
de esqueletos de edificios destrozados.
Aquí, donde ya sólo crece la desesperanza
que prende, pérdida entre el polvo.
Tierra estéril recubierta de asfalto.
Tocones de árboles talados
que ya agonizan en el lodo.


Y es que para (sobre)vivir aquí es necesario nacer sordo
e irse quedando ciego con el tiempo.
Hasta no ser más que un autómata,
que se arrastra y se esconde en el subsuelo.
No ser más que una sombra rota
del ser que fuiste hace tiempo,
que no tiene patria ni honra
ni sitio donde caerse muerto.
Porque aquí ya no hay sitio para nadie
aunque todo esté vacío y en silencio.
Un mundo desahuciado para la vida
del que ganan lucro los cerdos.

Desde ese mundo, borrado de los mapas
que sepas que te recuerdo

Aquí donde las noches son frías,
las estrellas entre el humo se perdieron.
Y la luna es un pedazo de aluminio
que pende atravesado en el cielo.
Los días huelen a queroseno
y las calles a alquitrán fresco.
Las injusticias son pan de cada día
ya que el pan anda escaso en estos tiempos.


Y yo mientras tanto escribo
sólo para mantenerme cuerdo.
Aunque sé que la cordura
es muy relativa en este momento.
Porque cuanto más cuerdo me noto,
más loco yo me siento.
La cuerda de la locura
se tensa y yo me pierdo.
No sobreviviré a este mundo.
Yo quiero empezar de cero.


Ahora que ya no quedan salidas
recuerdo nuestros viejos sueños.
Y a ti, que escapaste a tiempo.


Y quiero que vuelvas ahora.
Nos queda nuestro último intento,
para hacer que todi salte por los aires
e intentar cambiar el mundo de nuevo.
Te esperaré aquí, donde siempre,
aunque ya no queden barricadas
los silencios sean paredes frías
que hielen los gritos en las gargantas.


Ellos escucharán nuestra voz a gritos,
cargados de una justa rabia.
Volveremos del revés su dulce sueño
y deberán tragarse nuestras palabras.
Y sé que seremos sólo dos
pero menos sería nada.
Entonces tendrán que oírnos
y el mundo arderá en llamas
hasta que sólo queden los restos.


Seremos todos contra unos pocos
y este es nuestro momento.
Pero de las llamas quedarán cenizas
Y con el tiempo caeremos...


La nuestra será una justa locura
teniendo en cuenta estos tiempos.
Será una derrota preciosa
de las que hace mucho no se vieron.
Y sé que se escandalizarán,
se hablará a gritos de ello.
Se tergiversaban verdades,
gritarán palabras
y hablará el silencio.
El mundo entero contendrá el aliento...

Y volverá a girar de nuevo

Pero sin nosotros dentro

Tal vez, para entonces
Tú y yo seremos
un poco más libres
y algo más cuerdos